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CHECATESTO

Mudanza

Es verdad, todos tenemos secretos, todos.
Pero a mi me importa un pito los secretos de los demás, a mi me importan tus secretos, no por morbo, sino porque cometiste o cometimos el error de que los compartieras conmigo, de que me hicieras partícipe de tus cambios, de tu nueva óptica ante la vida, y hoy, creo que me he quedado en la oscuridad, y es que no puedo exigirte nada,nada, porque secretos todos los tenemos, y tu también tienes derecho a tenerlos, incluso si esos secretos reavivan mis temores, y no lo digo con mala intención, ni tampoco lo digo para convencerte, ante todo, sé que nunca entraré tan dentro de ti como para saberte a pie juntillas, te adivino la mayoría de las veces, y las otras te descubro, este silencio tuyo me cohibe, y si, lo admito, soy demasiado egoísta, y me creo eso de que pueda ser yo la causa de tus silencios, la causa de tus alegrías o de tus peores pesadillas, como sea!, a veces me creo que comparto el papel de protagonista en tu vida y se me olvida, se me olvida!, carajo, se me olvida!, que a veces ni puedo estar conmigo, por eso me mudo de mi vida a la tuya, y opino y me involucro y la vivo contigo, como si al hacerlo pudiera tapar el hecho de que muchas veces no amo mi propia piel, no valoro el brillo de mis ojos y todo lo grande que puede existir en mi, tal vez sea porque no he aprendido todavía a estar conmigo a solas, y si, secretos también los tengo yo.
Alguna vez alguien me dijo que yo era una persona demasiado predecible, sin sorpresas, sin misterios, demasiado transparente, simple; me dolió pero por puro orgullo y con ayuda del tiempo, me reserve algo para mi y poco a poco, en la realidad a veces y muchas muchísimas otras mas, en la fantasía, acumulé secretos, me hacía de un equipaje personal,que le dió contenido a mi vida, sustancia.............., porque quién no se a preguntado alguna vez, que he hecho de mi vida?, bueno, yo he podido hacer muchas cosas, unas en la realidad y otras muchas muchas otras en la fantasía, por eso las mudanzas me duelen, porque me he acostumbrado a medir mis pasos a través de los tuyos, pero debo mudarme, de tu piel a la mía, y debo vivir y convivir conmigo a solas, y eso me da un miedo espantoso, porque aunque conozco a la imagen en el espejo, al parecer esa es la única que me ha interesado en mucho tiempo, debo mudarme, tu me lo pides, me lo dices, y me pregunto adonde iré.

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